El compadre Cazador ( Reflexión)
El compadre ( Reflexión)
Que le pasó compadre, lo veo tan desanimado?
- Compadre, ¡¡la desconsiderada de mi mujer!!. Usted sabe que somos muy pobres,
me voy con mi escopeta, arriesgándome en la selva tan peligrosa, víboras y
animales salvajes, garrapatas, mosquitos, frío hasta los huesos, con suerte
logro cazar un venado, tengo que cargarlo a mis espaldas el largo camino de
regreso y subir la loma hasta la casa, no termino de llegar, cuando aparece mi
mujer con cuchillo en mano y empieza a repartir el venado entre los vecinos y
sus familiares.
Que una pierna
pa'doña Juana, que otra para doña Paquita, que este lomito pa'mi mamá, que las
costillitas pa'mi hermana, a los dos días de nuevo sin nada que comer, el
tonto, otra vez de cacería. Pero ya me arte y esta noche me divorcio.
El compadre le dijo: invite a su mujer de cacería, no le
diga las penurias que pasa, píntele bonita la cosa.
El compadre siguió el consejo y por supuesto la
convenció; ella, entusiasmada fue con falda larga, que poco a poco se le
desgarraba con las púas en el camino; la blusa le quedó toda dañada, los
zapatos se le rompieron por las piedras y las espinas la hicieron sangrar. El
cabello se le maltrató le quedó tieso como estropajo. Se le pegaron garrapatas
y bichos. Las manos con ampollas y llagas, casi un infarto al toparse con una
Serpiente.
Por fin, después de tantos martirios encontraron un
venado. El hombre se acercó a su presa, disparó y el venado cayó muerto. La
mujer no cabía de júbilo pensando en que su sufrimiento había terminado, pero
no era así.
- Ahora mujer, cargue el venado para que vea lo bonito que se siente,
La mujer casi se desmaya, ante la desesperación por regresar a su casa, ni para protestar tuvo alientos.
Cargó el venado en su espalda hasta su casa, casi muerta
de cansancio con los pies temblando, jadeando y a punto de desmayar, al llegar
tiró el venado en medio de la sala de su casa.
Sus hijos y vecinos salieron a recibir a la pareja de cazadores acostumbrados a la repartición, gritaron con alegría:
- ¡¡¡ Vamos a repartir el venado!!!
La mujer tirada en el piso, hizo un esfuerzo sobrehumano para levantar la cabeza y con los ojos inyectados de sangre, volteó a los vecinos y agarrando aire, les gritó:
- ¡¡¡ El hijo de la gran putona que me toque ese animal, lo mato!!!
REFLEXIÓN
Para valorar el esfuerzo ajeno, todos debemos aprender a "cargar el venado".
Muchos tienen bienes, negocios y bienestar porque durante años trabajaron muy duro para llegar donde están ahora ...
Y otros, como la comadre del cuento, siempre esperan a que llegue el familiar, el amigo, el conocido con el venado a cuestas para caerle y desgarrarlo, sin importar el esfuerzo que les ha costado conseguirlo. Sólo se valora aquello que se ha adquirido con arduo trabajo, sudor sacrificio y hasta lágrimas.
¡Pásalo a tus hijos para que vayan pensando en cómo
cargar el venado que cargamos todos los días...
El compadre Cazador ( Reflexión)
Reviewed by Jacinto Hernandez A.
on
febrero 20, 2019
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