La esposa characotel, leyenda de Joyabaj-ilmk

Los characoteles-ilmk

leyenda popular de Guatemala

Mi abuelito Felipe Rodríguez era un carnicero que compraba cerdos en diferentes cantones, él nos contaba leyendas sobre, los characoteles son hombres o mujeres que se convierten en animales domésticos o salvajes  por medio de Oraciones y señas extrañas, obtienen ciertos poderes por medio de pactos que han hecho con el dueño del inframundo.

Incluso mi Abuelo fue testigo de un caso similar a la leyenda que les voy a contar. Para liberarse de un characotel es mencionar su nombre si tiene una idea de quién es y tirarle un puñado de sal encima. Con eso se ahuyenta y se le quema la piel.

La esposa characotel, leyenda de Joyabaj

En la sierra de chuacus entre Zacualpa y Joyabaj en los años, 40 vivía una familia en una pequeña aldea. Don Severiano y Doña Catalina y sus hijos Francisco de 11 años y Teresa de 8 años. Don Severiano era un cazador tenía una escopeta de pólvora de dos cañones. El siempre salía uno a dos días de caza.

Y siempre regresaba a casa con una presa grande, un día salió a cazar venados en una montaña que se quedaba a cinco kilómetros de la aldea, buscaba y buscaba su presa por el lugar y no aparecía ninguno, ya a punto de perder la paciencia de repente apareció un venado en los matorrales, sin pensarlo dos veces lo disparo y lo cazo.

Ya era tarde cargo su presa y tomo camino de regreso, pero le agarro la tarde y de pronto se hizo de noche ya no llego a su casa en aquella noche, busco refugio en una casa abandonada, que estaba en el pie de la montaña se dio cuenta que la casa tenia tabanco porque no era seguro quedarse dentro de la casa. Se subió en el tabanco junto con su presa, se quedó descansando pero no podía dormir por el lugar reducido.

A media noche empezó a escuchar ruidos y voces de personas que llegaban en la casa donde él estaba descansando, se quedó atento sin hacer ruido para que no lo descubrieran que él estaba ahí arriba, las personas extrañas eran 12 y empezaron hablar y hablar y comenzaron con una  reunión y empezaron a sacar lista de los presentes quienes han entregado presas al grupo y quiénes no.

Pero Don Severiano no entendía nada de que estaban hablando, de qué tipo de presa estaban hablando y el siguió escuchando, de repente salió el listado de Doña Catalina que es la esposa del cazador  Don Severiano. Y le reclamaban a ella porque no había entregado presa al grupo.

 Doña Catalina respondió que no ha podido cazar la presa, todo el grupo le dieron un plazo de tres días para completar lo atrasado. Don Severiano no entendía nada, pero la gran sorpresa que se llevó al reconocer la voz de su esposa que prometió a sus compañeros del grupo, que la presa que les iba a dar es su propio esposo, el pobre cazador se quedó sorprendido y aun no podía comprender y creer lo que  estaba pasando en ese momento en aquella casa abandonada.

Don Severiano pensaba que solo era un sueño o una pesadilla y las personas extrañas siguieron hablando del plan.  Doña Catalina presento su plan a su grupo  como les iba entregar a su marido, y les dijo de esta forma:

“Cuando llega el día, que los voy a entregar mi esposo, esa noche yo tengo que fingir  tres veces dolor de estómago y asiento, así podrá  salir  tres veces conmigo al baño y la tercera salida convenceré a mi marido que se adelante y lo empujare a la oscuridad para entregárselos”.

Ya era como una y media de la mañana se empezaron a retirarse las doce personas y Don Severiano se quedó atónito y casi no podía reaccionar, pero él ya supo del plan que se convertirá en una presa y empezó a planear algo en el resto de la madrugada  de como  escaparse del  plan de de su esposa Doña Catalina.

Amaneciendo, bajo su presa y siguió camino a su casa, al llegar a su casa  tranquilo como si no se hubiera enterado de nada, su esposa llego a encontrarlo y prepararon el venado que llevaba, junto con sus dos  hijos prepararon la carne del venado.

Pasaron los días y así Llego la noche del plan de Doña Catalina, llego la hora diez  de la noche ella empezó a quejarse de dolor de estómago le dijo a su esposo que lo acompañara al baño, como él sabía que no era tiempo  de ser entregado, que es la primera que vez que lo hace salir, lo acompaño al baño, once de la noche por segunda vez le dijo a su esposo que saliera con ella otra vez al baño, doce de la noche nuevamente convence a su esposo para que saliera con ella en el baño,pero esta vez adelanto a su esposo, pero él ya tenía un plan en mente, llegando a la puerta jalo a su esposa  lo aventó en la oscuridad, de inmediato salieron los coyotes en todas partes y empezaron a devorar feroz mente a Doña Catalina ella empezó a gritar que no la comieran porque es uno de ellos, pero ya nada pudo hacer la devoraron rápidamente, Doña Catalina cayo en su propia trampa.

Don Severiano se dio cuenta que son characoteles y su esposa era uno de ellos, pero gracias a esa noche que ya no pudo llegar a su casa se enteró del macabro plan de Doña Catalina que era su esposa así pudo ganar la batalla.

No sabemos con quién convivimos ni sabemos que ocurre en sus más oscuros sentimientos. Hasta llegar el día de la sorpresa.

Los characoteles son personas que tienen la capacidad de convertirse en animales, muchos los relacionan con los nahuales, muchos creen que éstos son brujos/as y otros piensan que estas personas tienen facultades heredadas por familiares ascendentes. Estas historias o leyendas son sonadas en los alrededores de zacualpa y joyabaj. Muchas personas aseguran que los characoteles andan rondando por las noches o que han visto a uno.

Los characoteles son individuos que andan  por las noches para transformarse en animal. Pueden ser hombre o mujer. Generalmente tienen compañeros y compañeras, quienes se buscan para salir en grupo. Cuando andan en grupo no solamente van hombres, van también mujeres; ellos se pasean convertidos en gatos, vacas, perros, carneros, cerdos y otros. Van saltando y brincando y a veces se ven como si pelearan , los machos besan y muerden a las hembras y las gentes del pueblo pueden verlos cuando salen.

                                                                                       Autor: Jacinto Hernández A.

                                                                                   Rescatando las leyendas y relatos locales

revisión: Juventina Pablo