EL TITANIC DE ATITLÁN



El TITANIC DE ATITLÁN

En cierto momento dije que mi abuelo era un cuentacuentos, que nos contaba algunos sucesos sociales y hechos personales. Bueno, aquí va uno en forma narrativa.
Cierto día, hace aproximadamente 60 años, en la playa pública Chi’ Nim Ya’ de Santiago Atitlán muchas personas abordaron el barco que algunos abuelos lo llamaban “Arpor”, tal vez por el término “vapor”, en su mayoría comerciantes. Algunos hicieron ingresar sus caballos, otros a sus cuantos ganados y hasta unos marranos.
¡Era un gran barco que cruzaba el lago de Atitlán! Un barco más grande que se había construido y está hecho con madera, es a vapor, en cuyo mástil de 30cm de diámetro aproximadamente hondeaba una bandera. Con capacidad hasta 20 caballos, además de personas.
En ese día, el viento Norte soplaba muy fuerte y la gente lo abordó con toda confianza porque habían cruzado el lago en otros momentos y en situaciones climáticas similares…. El capitán se acomodó y sonó la "bocina" característica para zarpar.
Unos comerciantes iban hablando de los productos que vendieron como: ollas y sartenes de barro, tecomates, ponchos, piedras de moler, verduras... Otros iban platicando entre risas. Tres personas conversaban de la ceremonia realizada. Mientras el barco iba rompiendo las olas con su inusual potencia, con dirección a Panajachel, después de dejar atrás la Isla de los Gatos.
Justo a medio lago, en dirección al municipio de Santa Cruz y Cerro de Oro, el barco no dio para más contra el oleaje y… zozobró. Las personas ya en el agua fría por el viento, empezaron a pedir auxilio, pero los gritos los tragó el oleaje. En ese día no pudieron comunicarse como ahora con tanta tecnología de comunicación. En caso de los caballos y ganados, unos lograron salir a puro chapoteo y por su instinto animal.



El rescate tardó en llegar, entre las víctimas se encontraba una señora con su hijo pequeño en sus brazos. Días después, unos cuerpos fueron arrastrados por el oleaje hasta en las playas arenosas de Pa Sanyi’ y Pa Sayapaa’, ambos lugares de Santiago Atitlán. Por el estado de los cuerpos ya no se pudo identificarlos mucho. Muchas familias se llenaron de luto en esa fecha, desgarrándose hasta la ropa por el dolor fatal por la muerte de sus familiares.
Detrás de este hecho real, hay una leyenda de tres sololatecos que sobrevivieron. Lo titulé Titanic de Atitlán, porque en la oficina de una agencia bancaria estaba colgada la foto de un barco a vapor y el gerente me dijo: -ese era el Titanic de Atitlán porque sufrió un naufragio-.
Ningún crucero actual se compara con ese barco. Ha habido muchos naufragios, este es uno de ellos. Así que, bienvenido a los comentarios de contenido histórico.

Por: Pedro Xeché

EL TITANIC DE ATITLÁN  EL TITANIC DE ATITLÁN Reviewed by Jacinto Hernandez A. on noviembre 25, 2018 Rating: 5

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