El tzitzimite y el Coyote, leyenda de Joyabaj-ilmk
El Tzitzimite y los dos Coyotes-ilmk. El Tzitzimite es un duende o diablillo con un tamaño de 40 centímetros con apariencia de un hombre adulto , es un espíritu muy travieso y provocativo, cuando hay señales de que va llover, el travieso duende sube a los pinos y comienza a burlarse y retar con sus habilidades a nuestro Supremo Dios, es por eso que los rayos o relámpagos siempre apuntan a los pinos, es cuando San Miguel Arcángel pone orden al Tzitzimite, por eso es muy importante encomendarse a Dios cuando entran sus animalitos cuando hay señales de que ya va llover.
El tzitzimite o el sombrerón conocidos en otros lugares con ese nombre siempre le gusta trenzar el pelo de las yeguas hermosas y también le gusta mucho a las muchachas de cabello largo y ojos grandes, si logra trenzar el cabello de una muchacha lo deja loca de por vida o como dicen los abuelos la gano.
El tzitzimite o el sombrerón conocidos en otros lugares con ese nombre siempre le gusta trenzar el pelo de las yeguas hermosas y también le gusta mucho a las muchachas de cabello largo y ojos grandes, si logra trenzar el cabello de una muchacha lo deja loca de por vida o como dicen los abuelos la gano.
Bueno ahora si les voy a contar la historia.
En un Rincón de la Estanzuela que ahora se llama Caserío La Cuchilla, vive el señor José Ajanel conocido por los aldeanos como (Xep Nel) es un famoso maestro de la albañilería de las casas de adobes. En los años 70 y 80 el lugar era muy boscoso y con pocos habitantes, él tenía un rebaño de ovejas de lana así como otros habitantes lo tenían, muy común ver rebaños de ovejas por las planicies de la Estanzuela, ovejas negras y blancas como el café con leche regados por todas partes.
En un Rincón de la Estanzuela que ahora se llama Caserío La Cuchilla, vive el señor José Ajanel conocido por los aldeanos como (Xep Nel) es un famoso maestro de la albañilería de las casas de adobes. En los años 70 y 80 el lugar era muy boscoso y con pocos habitantes, él tenía un rebaño de ovejas de lana así como otros habitantes lo tenían, muy común ver rebaños de ovejas por las planicies de la Estanzuela, ovejas negras y blancas como el café con leche regados por todas partes.
Todas las tardes recoge su rebaño y los entraba en un corral de madera que construyo a 20 metros de su casa. un cierto día, ya casi era 5 de la mañana, escucho que sus ovejas se alborotaban dentro del corral, se oían como si alguien los atrapaban y sus cuatro perros, El Barcino, El Negro, El Oso y El Cute ladraban ferozmente como si alguien estuviera provocando la ira de ellos, pero no se atrevían atacar al enemigo.
El rápidamente se levantó de la cama agarro la tranca de la puerta de su dormitorio, salió a investigar lo que estaba sucediendo en el corral de sus ovejas, fue acercándose rápidamente y de pronto sintió un escalofrió en todo su cuerpo y se dio cuenta que el Tzitzimite estaba sentado en uno de los postes del corral, el duende tenia puesto algo similar a un chaleco, y dos Coyotes atrapando a las ovejas.
Don José se quedó paralizado ya no podía gritar, ni caminar podía, pero si podía ver lo que estaba ocurriendo a su alrededor, como se había levantado apresuradamente solo iba con poca ropa, de inmediato recordó que el antídoto para ahuyentar el Tzitzimite y los Coyote,es bajarse el pantalón y el calzoncillo y sonarse las nalgas con las palmas de las manos, Justamente lo que intento hacer Don José, de pronto él pudo moverse un poco más rápido.
El Tzitzimite fue perdiendo rápidamente su encantamiento sobre Don José. Se levantó el duende del poste donde estaba sentado, bajó, abrió la puerta del corral para que los Coyotes salieran, El duende les silbo a sus dos coyotes y los coyotes salieron rápidamente del corral, el Tzitzimite se montó en el lomo de unos de los coyotes, se fueron huyendo como rayos en el bosque dirección al rió Arriquín.
Don José se quedó paralizado ya no podía gritar, ni caminar podía, pero si podía ver lo que estaba ocurriendo a su alrededor, como se había levantado apresuradamente solo iba con poca ropa, de inmediato recordó que el antídoto para ahuyentar el Tzitzimite y los Coyote,es bajarse el pantalón y el calzoncillo y sonarse las nalgas con las palmas de las manos, Justamente lo que intento hacer Don José, de pronto él pudo moverse un poco más rápido.
El Tzitzimite fue perdiendo rápidamente su encantamiento sobre Don José. Se levantó el duende del poste donde estaba sentado, bajó, abrió la puerta del corral para que los Coyotes salieran, El duende les silbo a sus dos coyotes y los coyotes salieron rápidamente del corral, el Tzitzimite se montó en el lomo de unos de los coyotes, se fueron huyendo como rayos en el bosque dirección al rió Arriquín.
Don José Ajanel pudo reaccionarse en totalidad pero con mucho susto, pudo gritar, se despertaron sus familiares pero ya nada pudieron hacer, solo el mismo pudo ganar la batalla con la sonadera de nalgas, pero dejaron gravemente herido a una de sus ovejas, tuvieron que sacrificar al pobre animalito.
Es por eso que los coyotes siempre cazan y roban las ovejas en los corrales bien asegurados, porque el Tzitzimite les abre la puerta del corral y luego las cerraba para que las presas no se escaparan, nuevamente les habría la puerta para poderse escapar con la presa en el lomo.
Si tienes una historia que contar, escríbenos en este correo:hernandezaguilarjacinto@gmail.com
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El tzitzimite y el Coyote, leyenda de Joyabaj-ilmk
Reviewed by Jacinto Hernandez A.
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septiembre 16, 2017
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3 comentarios:
buena historia, se parece a una que me conto mi padre.
saludos
Mi hija tiene 16 años yo 40. Ambas hemos escuchado llantos por alrededor de media noche, a vecescostillas es un llanto tan hermoso pero dice ay mis hijos y otras veces escalofriante c8n.la misma frase, sabemos que todo eso existe , nosotras tenemos mucho que contar, me gustaría mucho poder platicar con.algún anciano de su tierra, para preguntar pues vemos muchas cosas escuchamos y tengo preposiciones.
Disculpe no me Di cuenta del autocoorector y no puede borrar el comentario jajajajajajaja, la palabra es premonisiones
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