El pacto entre dos amigas (Historia)

El pacto entre dos amigas (Historia)

En el 1982  Lupita y Sandra eran dos jovencitas las dos de 15 años y mejores amigas desde  la infancia, Vivían en la misma colonia, estudiaban en el mismo colegio, iban a la misma clase, eran muy unidas pero tenían caracteres muy diferentes.

Lupita era muy alegre y extrovertida, mientras que Sandra era muy tímida y cayada, en un día Sandra le propuso algo a su amiga Lupita, “porque no hacemos un juramento de sangre”, “¡que!”responde Lupita, y Sandra le dice que si algún día perdiéramos el contacto, juramos que la que muera antes de nosotras dos, ir a avisar a la otra.

Lupita le dice que tontería dices, nosotras siempre estaremos juntas, Sandra insistía y Lupita acepto la propuesta, las dos se cortaron con una navaja en el dedo índice en la mano derecha y sellaron el pacto a la luz de unas velas.

Pasaron los años, Lupita había terminado sus estudios de derecho, tenía una linda familia su esposo y un hijo y una casa preciosa, hacía mucho tiempo que no veía a su amiga de la infancia  Sandra, aunque a veces se acordaba de ella cuando veía la cicatriz de su dedo índice.

Bueno al final la vida los había llevado por caminos distintos y no se habían vuelto haberse desde que terminaron la Secundaria, hubo una noche que Lupita tuvo una terrible pesadilla, iba conduciendo, cuando de repente un camión la chocaba en su automóvil. Se despertó asustada, y llena de sudor y pues justo en ese momento escucho que estaban tocando  el timbre de su casa, eran como a las tres de la mañana.

Observo a su esposo que reposaba profundamente a su lado en ese momento el timbre de su casa volvió a sonar con insistencia, maldiciendo bajo y se preguntaba de quien podría ser a esas horas, fue abrir la puerta y vio a la mujer que estaba parado en su puerta y era Sandra, Lupita asombrada aunque había cambiado tanto, pero la reconoció inmediatamente, ahí parada terriblemente pálida, ojerosa y con una herida en su cabeza y estaba sangrando, pregunta su amiga Lupita, que te paso amiga Sandra que te ha ocurrido pasa y voy a tratar  a tu herida.

Cuanto tiempo sin vernos dijo Lupita, a Sandra, pero Sandra no se movió de donde estaba  y dijo: he venido a cumplir mi promesa Lupita, he muerto y vengo a decírtelo, Lupita se quedó sin habla ya que la vida nos ha separado estaremos juntas  después de la muerte, te esperare en la muerte dijo su amiga Sandra alzando su dedo meñique y desapareció.

Lupita empezó a sentir un dolor fuerte en su dedo índice al mirarse encontró su dedo empapado de sangre, como que si se lo hubiera vuelto abrir el corte que se hizo años atrás y con mucho dolor se cayo en el suelo.

En el día siguiente despertó en su cama pensó que solo había sido un sueño, encendió la televisión en su cuarto para desayunar y lo que vio lo dejo fría, que en la madrugada las tres de la mañana había habido un accidenté de tráfico, un camión había chocado con un automóvil, y que la conductora se había muerto en el acto y escucho el nombre de su amiga. Desde ese día su existencia se había renovado por completo, no comía, se olvidaba de recoger a su hijo en el colegio y ya no iba en el trabajo.

Todas las noches tenía el mismo sueño, en  la cual oía llamar a la puerta y aparecía su amiga levantando el dedo meñique diciendo, te estaré esperando. Y que se despertaba con un dolor insoportable en su dedo y lleno de sangre, su marido no entendía lo que estaba pasando al igual que los médicos no encontraban ninguna explicación, y finalmente internaron a Lupita en un manicomio, ahí se empeoró más su situación, de ahí mira a Sandra junto a su cama.

Una noche un guardia del centro escucho un ruido de cristales que venía en la habitación de Lupita, al entrar en la habitación vio que la ventana estaba rota se asomó y vio a Lupita tirada en el pavimento  y en un charco de sangre y tenía  una gran herida en su cabeza y a su lado en el pavimento alguien había escrito en la sangre una frase que decía  “amigas para siempre”.